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Bungalós de madera: ecológicos, económicos y elegantes

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Proyecto de Alhaurín de la Torre.

Bungalós de madera: ecológicos, económicos y elegantes

La arquitectura puede llegar a ser un ejercicio apasionante que te obliga a estar pendiente de los cambios y novedades que afloran en nuestra sociedad. Lo bueno de este oficio es que está prohibido relajarse, y cuando menos te lo esperas te lleva a explorar territorios casi ignotos (o por lo menos poco trillados), consiguiendo que tu creatividad y conocimiento crezcan de manera sustancial. Si tu entorno progresa y evoluciona, tú has de avanzar con él.

Esta introducción cargada de retórica nos sirve para presentaros un nuevo proyecto que (como decimos arriba) se aleja de los cánones más comunes y las formas clásicas, pues su estilo contemporáneo es un compendio de calidez tanto en continente como en contenido. Se trata de una serie de construcciones que tienen como denominador común la madera, sin duda el material estructural que de aquí a un tiempo será protagonista indiscutible en cualquier tipo de arquitectura.

Y es que la madera es una caja de sorpresas para el que no esté familiarizado con ella. Posee enormes ventajas si la comparamos por ejemplo con el hormigón en las construcciones de viviendas, pues entre sus valores encontramos lo que hemos bautizado como las tres “es”: ecología, economía y elegancia.

Pero no adelantemos detalles todavía. Mejor comenzar esta historia por el principio, es decir cómo el estudio Ácrono materializó una serie de construcciones de madera que (entre otros sitios) hemos puesto en marcha en Alhaurín de la Torre.

Arquitectura sostenible: el entorno es el absoluto protagonista

Tal y como sucede con el cine y las películas, los mejores proyectos al final nacen de los encargos. En el caso del complejo turístico de Alhaurín de la Torre fue así. Hace un tiempo un promotor alemán nos propuso el reto de diseñar unas viviendas en un entorno privilegiado, y enseguida nos pusimos manos a la obra para conocer qué tipo de material se integraba en aquel espacio natural tan especial. Se trataba de un antiguo y vetusto olivar, por lo que cualquier actuación que nos propusiésemos debía tener un vínculo férreo con la naturaleza.

Pronto nos dimos cuenta de que la solución pasaba por un proyecto de arquitectura sostenible, y todos los factores nos guiaban hacia un material eminentemente ecológico, que no contamina y que es reciclado y reciclable, es decir: la madera.

Una vez escogido el material conductor, tuvimos como referentes un par de construcciones ya existentes, una propia y otra ajena: la primera fue el camping El Chorro en Álora, un proyecto de Ácrono Arquitectura en el que la madera tenía un protagonismo capital; la segunda, el complejo Cabañitas do Bosque en Galicia, una propuesta paradigmática que ha revolucionado a nivel nacional el alojamiento rural. El propósito era combinar la nostalgia del pasado con las comodidades del presente.

La madera, material cargado de poesía

La madera nos permitió solucionar técnicamente el principal conflicto del complejo turístico de Alhaurín de la Torre: camuflar los bungalós entre la naturaleza para que el impacto visual fuese mínimo, y sobre todo para que los inquilinos de las construcciones pudiesen disfrutar de aquel entorno con privacidad.

Otra cosa que nos preocupaba en el diseño era la reversibilidad del proyecto. Una casa de madera puede llegar a tener una vida igual de larga que la de una convencional, pero la ventaja estriba en que su montaje es mucho más fácil, pues todas las piezas se cortan previamente en un taller, por lo que solo hay que ensamblarla en la zona de obra. Por lo tanto es fácil de poner y quitar. Y esa reversibilidad permite que si en un futuro se quiere desmontar, la huella ecológica que deja es inexistente.

Pero quizá la mayor ventaja que tiene la madera en los bungalós de Alhaurín de la Torre es la calidez que proyecta. Para nosotros la madera es como la poesía, pues estimula los cinco sentidos. Cuando uno entra en una vivienda de estas características siente un placer sensorial que nunca podrá obtener a través del frío y seco hormigón. Su toque visual, la textura que manifiestan, el olor que desprenden que hasta se puede mascar, o simplemente el ruido que proporciona cuando caminas sobre ella motivan que la madera (y por consiguiente esas construcciones) tengan vida.

Un coste de transformación asequible

Hasta el momento hemos hablado de la ecología y elegancia que manifiesta la madera como material estructural, pero también es importante explicar su valor económico por si uno está interesado en este tipo de viviendas.

En términos generales, una construcción de madera puede salir más económica que una convencional, por el simple hecho de que apenas necesita mano de obra para su construcción, o por lo menos no tanta ni tan cara como exige una casa de hormigón. Su coste de transformación es mucho menor. Hay que tener en cuenta que todas las piezas de madera se diseñan y cortan previamente en un taller o fábrica, por lo que al final solo te tienes que preocupar por su transporte y por ensamblarlas bien en la parcela elegida. Salvando las distancias, puede llegar a ser lo más parecido a un mueble de Ikea

En cualquier caso, al final lo que verdaderamente influye es lo que uno se quiera gastar. El precio de los bungalós de Alhaurín de la Torre oscilaba entre los 25 y 35.000 euros, y su espacio iba de los 60 a 80 metros cuadrados. Pero claro, cuando uno elige una vivienda de este material también debe tener en cuenta una serie de factores como el tipo de madera a usar (muy importante dependiendo de donde vivas), el mantenimiento anual que conlleva, y por supuesto cómo perfilar y acompañar todo el interior.

En cualquier caso, seguramente el esfuerzo valga la pena, pues no solo estamos hablando de casas diferentes, también de FORMAS distintas de VIVIR y SENTIR.

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