Frescura y luminosidad son los dos adjetivos que caracterizan esta intervención para la implantación de una clínica dental, situada en un bajo comercial de la localidad de Baza, provincia de Granada.
El objetivo es generar un espacio dinámico y orgánico, adaptándose a una geometría de local trapezoidal y alargada. Para ello, se utilizan formas curvas, que invitan al movimiento y distribuyen la clínica.
Se aprovechan la parte delantera y la esquina del local para los usos más públicos, recepción y zona de espera que, separadas una de la otra a través de una celosía de madera, ambas disfrutan de los grandes paños de vidrio hacia el exterior. Entre estos dos usos, se abre paso el distribuidor, que dirige hacia las distintas salas, ubicándose las más utilizadas cercanas al acceso, como son los gabinetes y el aseo.
La entrada y paso de luz de unas estancias a otras, para lograr la mayor iluminación del local, que solo dispone de dos fachadas, se lleva a cabo gracias a la apertura de nuevos huecos en las distintas salas que dan hacia la fachada sur.